Las mantitas de apego sirven para que los bebés estén en calma y se sientan acompañados cuando no están cerca sus padres, las mantitas de apego crean un vínculo emocional que ayudan al bebé a tranquilizarse y dormir mejor cuando está inquieto.

Algunos bebés empiezan a usar la mantita de apego desde los cuatro meses, es un proceso inconsciente que se suele iniciar sobre los 7 u 8 meses, la edad en que el niño empieza a reconocerse como un ser independiente de su mamá.